miércoles, 12 de septiembre de 2007

CLAVES PARA ESCRIBIR ENSAYOS



(Sólo para principiantes)
por Alejandro Bustamante Fontecha
“Reflexionar humildemente sobre lo que se ha escrito, vigilar lo que se está diciendo, ponerse, en ambos casos, del lado del lector; del oyente, del interlocutor: en otros países esto es una costumbre técnica ya consolidada.
Aquí estamos en el comienzo. Pero hoy tenemos el privilegio de poder hacer de ello una parte importante de las luchas para mejorar las costumbres morales y la vida intelectual de nuestra sociedad”.
Tulio de Mauro, Guía para el uso de la palabra

¿QUÉ ES UN ENSAYO?

Un ensayo es un escrito breve y fluido, a propósito de un problema determinado, donde se da cuenta de una reflexión sobre el estado actual y los posibles desarrollos de la temática tratada.
Un ensayo no pretende decir la última palabra sobre el problema de que trata. Aspira a presentar una versión tentativa y provisional que ilustre algunos aspectos, precise algunos puntos u ofrezca algunas alternativas teóricas.
No es un relato (no es la narración de una historia), ni una crónica (no es una relación de eventos), ni una descripción (no es una lista de caracteres), ni un informe escrito (no se propone simplemente dar cuenta de unas lecturas), ni un resumen (no se propone abreviar un texto de mayor extensión). Los ensayos son escritos analíticos, sintéticos, o ambos. Plantean problemas, desarrollan ideas y exploran nuevas posibilidades. Fomentan la crítica, tratan de innovar o de poner en cuestión las creencias establecidas. Su propósito es mantener dinámico el flujo del pensamiento. Un ensayo debe ser, además, autocontenido, es decir, no debe depender de otros textos. Debe tener sus propios prerrequisitos, correquisitos y posrequisitos. No debe dejar cabos sueltos. Es, por lo tanto, un escrito independiente (no requiere de otros textos para ser leído) y autónomo (tiene sus propias reglas y condicionamientos).

¿POR QUÉ “ENSAYOS” Y NO “INFORMES DE LECTURA” O ALGO POR EL ESTILO?

Porque el ensayo es la forma mejor lograda de la escritura breve de tipo académico. Podría decirse que es el homologo del cuento. El ensayo reúne prácticamente todas las condiciones esenciales de las demás modalidades de escritura. Sirve, además, de modelo para todas ellas quien puede escribir un ensayo es capaz de escribir cualquier cosa.

ELEMENTOS ESTRUCTURALES DEL ENSAYO:
Todo ensayo está compuesto, al menos, de tres partes: (introducción), (argumentación), (conclusión).
• Introducción: es el planteamiento del problema
• Argumentación: es el análisis y discusión de las ideas.
• Conclusión: es la síntesis y solución –que puede ser el dejar planteada una pregunta abierta- del problema planteado.
El ensayo puede tener diversas formas: forma redonda, forma de diamante, forma de pirámide, forma de espiral. (Dibuja entre el paréntesis la figura geométrica correspondiente)
• Forma redonda: ( ) cuando queda muy bien logrado. Nada le falta, nada le sobra. Se abre, sutilmente, con el planteamiento del problema, pasa ampliándose de manera imperceptible, al análisis y discusión de las ideas y, delicadamente, se va cerrando con una síntesis y solución del problema planteado, dejando la sensación de haber desarrollado completamente el tema.
• Forma de diamante: ( ) similar al anterior aunque algo menos elaborado. Se abre con el planteamiento del problema: se ensancha con el análisis y discusión de las ideas y se cierra con la síntesis y solución del problema planteado.
• Forma de pirámide ( ): es un discurso inacabado. Se abre con el planteamiento del problema: se expande con el análisis y discusión, y termina dejando una pregunta abierta como conclusión
• Forma de espiral: ( ) es muy dinámica. Es la típica de la escritura en forma de dialogo. Se desarrolla con base en la lógica de preguntas y respuestas, afirmaciones y replicas. El discurso se desplaza alternativamente de un interlocutor a otro llevándolos cada vez mas lejos en la discusión. Como la dialéctica, expresa el movimiento, el proceso de formación y transformación del discurso, dejando abierta la discusión.

SUGERENCIA:
Las tres partes del ensayo (introducción, argumentación y conclusión) no deberían estar separadas. No deberían temer títulos que las identifiquen. En su forma la que debería identificarlos. Se debería llevar al lector suavemente de una parte a otra.

ASPECTOS FORMALES DEL ENSAYO:
• Coherencia: secuencia lógica de las ideas. Conexión adecuada entre ellas. No se debe saltar arbitrariamente de una idea a otra sin solución de continuidad.
• Consistencia: No-contradicción. No se deben hacer dos afirmaciones opuestas con respecto al mismo objeto. Si acaso, se deben hacer salvedades.
• Claridad: hacerse entender. Se debe tener en cuenta la legibilidad. Hay que adecuar el texto de acuerdo con el tipo de lector que se espera: ¿A quien se escribe? ¿Al público en general o tan solo a los expertos? De ello depende que se utilicen lenguajes especializados o no. Que se sea más redundante o no. Que se sea mas explícito o no.
• Concisión: decir lo justo, no más. Se debe liberar el texto de la redundancia inútil, es decir, de aquella que no aporta nada a la claridad y se percibe mas bien como deficiencia escritural.
• Profundidad: cuidarse de escribir solo sobre temas de interés (debería haber un cierto pudor en la escritura, no se debería escribir sobre cualquier cosa). Además, el contenido desarrollado debe guardar estrecha relación con el tema planteado. Lo tratado se debe restringir a ello: jamás se debe salir del tema elegido.
• Argumentación: tratar de convencer al lector. Para ello se utiliza la demostración o la sustentación del problema. Algunos problemas no pueden ser demostrados; en ese caso se deben sustentar las razones que se tienen para plantear los puntos de vista propios.
• Elegancia: se dice que la elegancia es porte y distinción. El texto debe estar bien escrito y presentado, y ser de agradable lectura. Se debe desarrollar un estilo propio y adecuado a la temática tratada.

COMO COMENZAR:
Lo más difícil de la escritura es el comienzo. Muchos escritores admiten que una de sus peores experiencias consiste en el terror que sienten ante la hoja en blanco. Por ello, se ofrecen estas pautas que pueden ayudar a quien tenga dificultades para comenzar la escritura de un texto. No obstante, admitimos que la cuestión de cómo comenzar es cosa de imaginación y recursividad.

Existen muchas maneras de comenzar un escrito. He aquí algunas muestras (nota: un buen escritor sabrá combinar hábilmente diversas maneras de iniciar la redacción):
• Una forma puede ser comenzar con una definición – o secuencia de definiciones – que sintetice lo que se va a tratar. Ejemplo: “la ilustración es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual el mismo es culpable. La minoría de edad es la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no radica en una falta del entendimiento, sino de la decisión y el valor para servirse de él con independencia, sin la conducción del otro” (Emanuel Kant, ¿qué es la ilustración?)
• Otra consiste en comenzar con una afirmación contundente que cause un impacto duradero en el lector y lo lleve a interesarse en el texto.
Ejemplo: “nada teme mas el hombre que ser tocado por lo desconocido. Desea saber quien es el que le agarra; le quiere reconocer o, al menos, poder clasificar. El hombre elude siempre el contacto con lo extraño. De noche o a oscuras, el terror ante un contacto inesperado puede llegar a convertirse en pánico. Ni siquiera la ropa ofrece suficiente seguridad: que fácil es desgarrarla, que fácil penetrar hasta la carne desnuda, tersa e indefensa del agredido” (Elías Canetti, Inversión del temor a ser tocado, Masa y Poder)
• También se puede comenzar con un circunloquio que permita ir acercando lentamente al lector al problema que se le quiere plantear.
Ejemplo: “curiosa es nuestra situación de hijos de la tierra. Estamos por una breve visita y no sabemos con que fin, aunque a veces creemos presentirlo. Ante la vida cotidiana no es necesario reflexionar demasiado: estamos para los demás. Ante todo para aquellos de cuya sonrisa y bienestar depende nuestra felicidad; pero también para tantos
desconocidos a cuyo destino nos vincula una simpatía” (Albert Einstein,
mi visión del mundo)
• O se puede comenzar haciendo un balance sobre el estado en que se encuentra la cuestión. Ejemplo: “no es mucho lo que se sabe sobre la historia del derecho en Antioquia. Los pocos trabajos existentes dan cuenta sobre todo de los principales abogados a partir de la segunda mitad del siglo pasado, pero no existen estudios sobre la evolución del sistema normativo, sobre los principios y corrientes ideológicas que han orientado la formación y el pensamiento legal sobre el sentido social y económico de normas, o las normas de policía” (Jorge Orlando Melo, Historia del derecho, en Historia de Antioquia)

• O bien, se puede comenzar aludiendo a los enfoques, planteamientos o afirmaciones que se han hecho a propósito del problema que se quiere tratar. Ejemplo:”nos encontramos en un momento de relajamiento, me refiero a la tendencia de estos tiempos. En todas partes se nos exige que acabemos con la experimentación en las artes y en otros dominios. He leído a un historiador del arte que celebra y defiende los realismos y milita a favor del surgimiento de una nueva subjetividad. He leído a un crítico de arte que difunde y vende la “trasvanguardia”en los mercados de la pintura. He leído que…” (Jean – Francois Lyotard, la posmodernidad)
• Pero también se puede comenzar con una suposición, una conjetura o una hipótesis. Ejemplo: “por individuo se entenderá aquí un sujeto, un ser ligado a su propia identidad por la conciencia o el conocimiento de si. Supongamos que además de ser sujeto, en sentido filosófico lo sea igualmente en sentido político; supongamos que sea súbdito de un rey: en este caso, no obedecerá con inconsciencia, como lo hacen presumiblemente los animales; pensará alguna cosa de su obediencia y de su señor, y también de él mismo como súbdito dócil o indócil de su rey ” (Paul Viene, el individuo herido en el corazón por el poder público, sobre el individuo)
• Si se prefiere, se puede, simplemente, anunciar escuetamente lo que el trabajo se propone hacer, de lo que trata o a lo que se circunscribe.
Ejemplo: “en este ensayo se pretende establecer una alternativa analítica que permita interpretar el fenómeno de la violencia colombiana múltiple, polifacética y omnipresente. Con ello se busca una puerta de salida que no implique el fraccionamiento empírico de la realidad en pequeños compartimientos… pero, si que permita una aproximación a sus formas especificas de manifestación en el país…; el propósito, en ultimas, es el de buscar conexiones con procesos mas globales y miradas que superen tanto lo coyuntural” (María Teresa Uribe, Legitimidad y violencia: una dimensión de la crisis política colombiana, Rasgando Velos)
• O también se puede comenzar enunciando la fuente o motivación que lo inspiró. Ejemplo: “este libro nació de un texto de Borges. De la risa que sucede, al leerlo, todo lo familiar al pensamiento – al nuestro: al que tiene nuestra edad y nuestra geografía-, transformando todas las superficies ordenadas y todos los planos que ajustan la abundancia de seres, provocando una larga vacilación e inquietud en nuestra practica milenaria de lo mismo y lo otro” (Michel Foucault, Prefacio, las palabras y las cosas).
• Se puede comenzar remontándose al comienzo del problema que se quiere tratar. Ejemplo: “desde que Platón dijo que el pensamiento es el diálogo del alma consigo misma, los filósofos y los sicólogos no han dejado de debatir la cuestión de las relaciones entre el lenguaje y el pensamiento. La idea de platón sugiere que lenguaje y pensamiento son idénticos. En el siglo XX, los conductistas se han hecho eco de esta teoría, definiendo el pensamiento como lenguaje subvocal. Otros científicos se muestran, sin embargo, mas reacios a identificar los procesos de hablar y pensar” (George Miller, el lenguaje y el pensamiento, lenguaje y habla)
• O se puede comenzar con una referencia temporal a un evento con respecto al cual se coloca otro evento del cual se va a tratar.
Ejemplo: “muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo” García Márquez, (Cien Años de Soledad) .
• O se puede hacer referencia directa a una fecha, a un lugar o a un acontecimiento que sirvan como Leitmotiv.
Ejemplo: “nombrado dictador perpetuus en la primera quincena de febrero, Julio Cesar se encaminó en 15 de marzo, sólo y sin armas, a la sesión del senado. Sesenta puñales bien afilados le esperaban dispuestos a liberar, de una vez por todas, a la republica de la dictadura perpetua desapareció para siempre en el breve lapso de un mes” (Guglielmo Ferrero, y por fin, un día, se hizo la luz…, el poder. Los genios invisibles de la ciudad).
• O la fecha y el lugar pueden ser imaginarios, imprecisos o intemporales y servir para crear una escena.
Ejemplo: “aquel día, el hombre de los lobos se levantó del diván mas cansado que de costumbre. Sabia que Freud tenia la genialidad de rozar la verdad, pasar de largo, y suplir luego el vacío con asociaciones. Sabía que Freud no entendía nada
de lobos, de anos tampoco, por cierto. Freud solo entendía de perros, de colas de perros. Y eso no bastaba, no bastaría…” (Deleuze y Guatari, ¿uno solo o varios lobos?, Mil mesetas).
• Si se quiere, se puede traer a cuento un personaje, un auto o un texto, para luego pasar a comentarlos o discutirlos.
Ejemplo: “con la publicación de Clea, Lawrence Durrell ha completado su cuarteto de novelas de Alejandría. Pocas obras de ficción recientes han provocado controversias más feroces. Hay críticos que afirman que Durrell es un charlatan pomposo; un mero hilador de palabras y flameantes clichés… por otra parte, particularmente en Francia, se sostiene con igual vencía que el cuarteto de Alejandría es la mas vívida versión de la novela moderna desde Proust y Joyce, y que el talento de Durrell es la primera clase” (George Steiner, Lauréense y la novela barroca. Lenguaje y silencio).
• O si no, se puede hacer referencia a tendencias o procesos que se quieren discutir o reforzar. Ejemplo: “en el curso de los últimos años, en los estudios tocantes al lenguaje y a las lenguas han ocurrido cambios considerables y cuyo alcance rebasa incluso el horizonte, vastísimo y todo, de la lingüística. Estos cambios no son comprensibles en bloque; se escabullen en su manifestación misma; a la larga han tornado mucho mas engorroso el acceso a los trabajos originales, que se erizan de una terminología cada vez mas técnica” (Emile Benveniste, Ojeada al desenvolvimiento de la lingüística, Problemas de lingüísticas general).
• Pero también se puede comenzar haciendo alusión a alguna posición personal del autor o haciendo referencia a sus propias convicciones.
Ejemplo: “al mirar atrás, el crítico ve la sombra de un eunuco. ¿Quién seria crítico si pudiera ser escritor? ¿quién se preocuparía de calar al máximo en Dostoievski si pudiera forjar un centímetro de los Karamazov, o reprobaría la altanería de Lawrence si pudiera dar forma al huracán de El arco iris? Toda gran escritura brota de le dur decir de durer, la despiadada artimaña del espíritu contra la muerte, la esperanza de sobrepasar al tiempo con la fuerza de la creación” (George Steiner, La altura y lo humano, Lenguaje y silencio)
• Y también se puede comenzar contando una anécdota, la cual servirá como ejemplo o como contraste.
Ejemplo: “Dicen que cierta vez, ante una discusión encarnizada sobre el porvenir, Oscar Wilde recomendó a los polemistas abandonar el tema diciéndoles: No hay que preocuparse tanto por el futuro. El futuro no ha hecho nada por nosotros. La verdad es que si bien el futuro nunca ha hecho nada a nuestro favor, si ha hecho mucho en contra nuestra, ya que a menudo sacrificamos todo nuestro presente en aras del espléndido futuro que viviremos nosotros, nuestros hijos, o nuestros remotos descendientes” (William Ospina, Colombia y el futuro, Revista Unaula Nº 17)
• Puede también comenzarse con un aforismo, con una sentencia popular, con una frase celebre o con una cita textual o contextual.
Ejemplo: “dice una antigua sentencia griega que a los hombres les atormenta la opinión que tienen de las cosas mas que las cosas mismas. Mucho ganaría nuestra mísera condición humana si alguien pudiera demostrar que esa proposición es verdadera respecto a todo. Pues si los males no entran en nosotros mas que a través de nuestro criterio, parece que esta en nuestras manos despreciarlos o eludirlos; y si las cosas se entregan a nuestra merced, ¿por qué no saltamos sobre ellas o las acomodamos a nuestro interés? Si lo que llamamos mas y tormento no lo es de por si, sino que solo ocurre que nuestra fantasía le da tal calidad, en nosotros esta cambiársela…” (Montaigne, de cómo el gusto de los bienes y los males depende en gran parte de la opinión que sobre ellos tenemos,
Ensayo completos, T. I)
• Puede enunciarse una regla para deducir sus consecuencias o bien para comentar algunas de sus excepciones.
Ejemplo: “pueden hacerse muchas acusaciones a Georg Lukacs. Pero entre ellas no podrá contarse el localismo. La geografía de su espíritu es grande. Es uno de los últimos de aquellos centroeuropeos dotados de un conocimiento apasionado y dirimente de la cultura clásica y los idiomas y la literatura europeos. Ha mantenido la fe en el empeño original marxista de la perspectiva internacional y la aceptación de un pasado radical y clásico. Como el mismo Marx, Lukacs echó a andar y atravesó la filosofía poskantiana, Hegel y Feuerbach. Su radio de referencia inmediata se extiende desde los presocráticos y Aristóteles hasta vico, Spinoza y Lessing…” (George Steiner, un manifiesto estético, Lenguaje y Silencio).
• Se puede comenzar con una advertencia o con una exhortación.
Ejemplo: “para empezar, voy a solicitar vuestra indulgencia por dos razones: la primera porque no voy a decir nada sensiblemente diferente de lo que escribí en mi resumen –espero que sean pocos los que me hayan leído, y para los demás, será una llamada a la discusión. La segunda, por que voy a decir cosas muy elementales, muy conocidas de la mayor parte de vosotros. Si, no obstante, lo hago, es por que creo que no siempre es inútil recordar ciertas cosas simples, pero fundamentales” (Francois Bonzack, ¿es objetivable y matematizable la información?, El concepto de información en la ciencia contemporánea)
• Finalmente, se puede comenzar haciendo preguntas cuya respuesta sirve de pretexto.
Ejemplo: “Gilles de Rais debe su gloria duradera a sus crímenes. Pero, ¿fue realmente, como se dijo, el mas abyecto de los criminales de todos los tiempos? En principio, esa afirmación aventurada es difícil de sostener. El crimen es algo propio de la especie, es incluso propio exclusivamente de esta especie, pero, sobre todo, es su aspecto secreto, su aspecto impenetrable y oculto. El crimen se esconde, y lo que de él se nos escapa es lo más horrible. En la noche, que propone a nuestro miedo, lo peor es su sentido mas profundo” (Georges Bataille, el monstruo sagrado, El verdadero barba - azul)
Exhortación: ¡por favor, no se lance de cabeza en el contenido! Eso es, por decir lo menos, una muestra de incapacidad, de mal gusto o de descortesía con el lector. Y puede ser contraproducente. El comienzo debe ser una invitación a la lectura, una tentación para sumergirse en sus profundidades, una seducción para adentrarse en sus dominios…
CUERPO DEL ENSAYO:
• Define sus objetivos: ¿A quien escribes? ¿A los expertos o a la humanidad entera? ¿A un amigo o a un desconocido? Siempre se escribe para alguien y con alguna intención. La escritura no es gratuita, algo se busca. Hay que tener muy en claro los propósitos: pueden ser científicos, filosóficos, históricos, literarios, políticos, divulgativos, e informativos, educativos… de ello depende como se deba escribir.
• Ponle corazón: debe haber un plan, un hilo conductor, una fuerza motriz que permita encadenar las ideas, que les de coherencia, que impulse y haga palpitar el devenir del discurso. Debes saber de donde quieres partir, a donde quieres llegar y conque cuentas.
• No escribas en primera persona del singular: deja eso para cuando seas un escritor conocido.
• Búscate un rival: siempre se escribe contra alguien o contra algo, a favor de alguien o a favor de algo. El rival puede ser real o virtual: si no lo tienes ¡inténtalo! Así tendrás un punto de referencia donde atacar. También debes buscar aliados en quienes apoyarte.
• Discute con el lector: anticipa las preguntas que te haría el lector y respóndelas. También puedes desdoblarte en dos personajes: uno que ignora lo que sabes y pregunta (el lector) y otro que sabe lo mismo que tu y responde, como en las novelas policíacas (vr. Gr: el doctor Watson y Sherlok Holmes). Además, al tener en cuenta al lector, podrás despertar en él un mayor interés.
• Reta al lector: plantéale problemas. Hazlo dudar de sus certezas. Se debe provocar al lector, inquietarlo y, si es preciso, atacarlo sutilmente, pero sin ofenderlo. Recuerda que quieres ser leído.
• Maneja el suspenso: trata de desarrollar una trama que resulte interesante para el lector y que lo lleve a crearse expectativas que solo podrá satisfacer mas adelante. No lo digas todo de una vez pero tampoco dejes para ultimo momento el decirlo todo. Dosifica lo que tienes para decir.
• Escribe con alegría: no escribas como si estuvieras haciendo un mandado. Ponle amor y humor a lo que escribes. Maneja la ironía, permítete algunas bromas. Disfruta escribiendo: la escritura es un juego. No olvides que la solemnidad espanta a los lectores.
• No caigas en la grandilocuencia, en la pedantería ni en la presunción: no debes tratar de aparentar que lo sabes todo. No debes utilizar un lenguaje rebuscado (te descubrirán). Cuídate de caer en un estilo pomposo. Recuerda que el lector no está obligado a leerte.
• Trata de plantearte tus propios problemas: no te limites a resumir los textos de otros ni a dejarte llevar indolentemente por el pensamiento de otros. No temas: discute con los autores. Toma de ellos lo que te sirva y arroja todo lo demás. Desacraliza los textos. No los reverencies. Los textos se deben explorar sin contemplaciones.
• Examina el problema desde diferentes ángulos: documéntate. Ten en cuenta a tus antípodas. Si lo haces, tu escrito se hará más interesante y no podrán acusarte de parcialidad o superficialidad. Darás muestra de un mayor dominio del tema.
• Retorna al principio tantas veces cuanto sea necesario: esto sirve para retomar el hilo conductor, para hacer una pausa en la exposición, para enfatizar una idea, para enriquecer ciertos matices o para evaluar lo tratado. Hazlo, sobre todo, al terminar.
• Algo de retórica no cae mal: elabora tu estilo. No seas muy parco ni escueto. A veces un rodeo, un adorno, una figura, un giro, un dicho popular, en el lugar oportuno, mejoran notablemente el texto haciéndolo mas claro y agradable. Utilízalos sin exagerar.
• Sácale partido a los clichés: para una eficaz comunicación de tus ideas debes lograr una dosificación adecuada entre lo que todo el mundo sabe y lo que no sabe y tu le vas a decir, esto es, entre redundancia e información. Aprende a utilizar lo conocido para apuntalar lo desconocido. No temas utilizar los lugares comunes si ello te sirve como trampolín para decir algo novedoso.
• Combina las frases cortas con las frases largas: una frase corta tiene menos de treinta palabras. Es más inteligente dada su simplicidad gramatical. La frase larga es más compleja por la existencia en ella de frases subordinadas y, por lo tanto, es más difícil de comprender. Un texto sobrecargado de frases largas es ininteligible, pero un texto repleto de frases cortas parecerá escrito por un niño. Intercálalas y así obtendrás, además, un adecuado ritmo en la escritura.
• Cuidado con las citas: las citas deben ser pertinentes y hacerse solo cuando sean estrictamente necesarias. Deben ser cortas (en lo posible un máximo de cinco renglones). Preferiblemente deberían ir a pie de página. Un exceso de citas textuales delataría una incapacidad para la escritura y haría muy engorrosa la lectura.
• Revela tus fuentes: no presentes como tuyo lo que no lo es. Además, tus lectores quizás quieran profundizar en lo que haz dicho. Ofrece generosamente las fuentes que haz utilizado.
• No dejes cabos sueltos: asegúrate de concluir toda idea que hayas introducido. En el peor de los casos, reconoce tu ignorancia sobre el estado actual de alguno de los asuntos que has mencionado.
ALGUNOS TRUCOS ÚTILES:
• Epígrafe: es una cita breve de algún texto que exprese de manera sintética y bella lo que se vaya a plantear. Se coloca al comienzo.
• Epilogo: es una recapitulación o compendio de lo dicho con anterioridad. Aquí se condensa lo esencial. De ser posible, se puede incorporar una cita breve de algún texto que permita rematar el escrito de manera bella, que lo cierre dejando una huella en la mente del lector.
• Uso de los guiones: estos se usan para dar ejemplos, para extenderse en detalles, para incorporar definiciones o hacer pequeños comentarios.
• Uso del corchete: se utiliza para intercalar una modificación dentro de una cita textual.
• Uso de los puntos suspensivos: tres puntos suspensivos bastan para indicar una elipse (supresión de parte del texto) en una cita textual.
• Uso del (sic): cuando se haga una cita textual no se deben corregir los errores ortográficos o gramaticales del autor. Sencillamente, se coloca al lado de la expresión errónea la palabra latina sic que significa “así” con ello se indica que el error no es propio y que se escribe tal cual aparece en el texto citado.
• Notas de pie de pagina: se utilizan para hacer comentarios que amplían lo que se acaba de plantear, cuando su incorporación en el texto principal podría hacer perder el hilo expositivo. Se marca con asteriscos u otros símbolos por el estilo, aumentando gradualmente su numero a medida que la cantidad de notas se incrementa.
• Citas de pie de pagina: en ellas se colocan las referencias bibliográficas de citas textuales (las que toman el texto tal cual) o de citas contextuales (las que toman solo la idea). Van numeradas secuencialmente. Si no se desea colocar bibliografía al final, basta conque en la primera referencia de cada texto se coloque la información completa. Luego se utilizará op. Cit. O Ibíd. (o también ídem), según el caso.
• Op. Cit: abreviatura del latín opere citato que significa obra citada. Se utiliza cuando se ha hecho con anterioridad la misma referencia, pero no es la cita inmediatamente anterior
• Ibíd. O ídem.: abreviaturas del latín ibidem que significa en el mismo lugar o lo mismo. Se utiliza cuando se ha hecho en la cita inmediatamente anterior la misma referencia.
• Cfr.: abreviatura de confiérase. Se utiliza cuando se remite a otro texto para constatar lo que se acaba de decir.

BIBLIOGRAFÍA
- DE MAURO, guía para el uso de la palabra, 1ª ed., ediciones del serval, Barcelona, 1982.
- ECO, Humberto, como se hace una tesis, ed gedisa, 6ª edición, 1ª reimpresión, México 1985.
- ESCARPIT, Robert, teoria general de la información y de la comunicación, Icaria editorial, Barcelona, 1979
- MOLES, Abraham (ed.), la comunicación y los mass media, ediciones Mensajero, Bilbao, 1975
- RICHAUDEAU, Francois, los secretos de la comunicación eficaz, ediciones Mensajero, Bilbao, 1976
- FUCHS, Walter Robert, el libro de los cerebros electrónicos, ediciones Mensajero, Bilbao,
- RUIZ, Jorge Eliécer, el ensayo en Colombia, Revista Gaceta, Colcultura, Nº 24, Bogota, 1979